Un nuevo salvajismo protegido, promocionado
por colectivos deportivos que adeudan a la Hacienda pública cantidades
desorbitadas, corre por las calles y avenidas madrileñas esta tarde. Si no
pagas te embargan la casa, pero si los clubes no pagan, les hacen la vista
gorda. No hay indignación que valga para esta cultura de la agresividad y de la
violencia. Madrid es hoy una caja de grillos, un escenario de la banalidad del deporte- rey. Mientras gritan, no piensan. La Puerta del Sol,
tomada por la policía, porra en mano, acorralando a los beodos bávaros que con cervezas
en la mano y con gigantescas melopeas deambulaban dando vueltas por el oso y el
madroño, preparando el alarido de guerra. No, no es esta cerveza nuestra como
su cerveza alemana. Esta carga más. Muchos más. Lo decía Hemingway al quien le
costaba encontrar cerveza alemana para no emborracharse y tenía que ir cada
tarde a la Cervecería Alemana de la Plaza de Santa Ana. Dormirán al sol la
borrachera. Insultantes, desvergonzados, escupiendo por su boca, se sentían los
dueños del cotarro. wir sind
die Besten .Qué recuerdos históricos se devanan cuando se escucha a un
bávaro decir que son los mejores. Sí, los mejores. Bávaros que en vuelos
especiales, baratos, llegaron a Barajas
, dormirán en las calles y mañana temprano volarán hasta el Franz Josef Straus de Muchich. Días de fútbol. Han puesto a los toros
en cuarentena. Tardes de toros ya fenecieron y las Ventas quedaron de caseta
del pobre frente a la omnipotencia del Bernabeu. Hoy Madrid, como tantas otras
tardes de fútbol, se olvida de los indignados que amenazan con volver a Sol, de
la crisis cacareada, Se olvidan de de las cacerías del rey y de la subida del
precio del metro que hará Esperanza Aguirre. Preparándose para el largo puente
que arranca el sábado hasta el miércoles, Madrid era esta tarde una fiesta de
gritos y absurdas emociones porque el fútbol ha dejado de ser fútbol y se ha convertido
en el fetiche que sirve de excusa para cualquier tropelía, para exacerbar las
pasiones, para echar por la boca la adrenalina oculta. . No eran
los indignados, sino los indignantes. Gritar contra Alemania y su poder
económico, como hacía un grupo de españolitos en Preciados, no es de recibo. Se
confunde la magnesia con la gimnasia y se desatan las pasiones. Todos quieren
ser los mejores. Todos gritan:” Wir sind die Besten”.
No, no es de recibo, pero todo se ha puesto a su servicio. Cuando hay fútbol,
todo se paraliza. ¡ Hasta un acto que había en la Casa del Libro con motivo de
las fiestas librescas , ha tenido que ser suspendido. Espero que no se haya
suspendido la presentación del libro de Vargas Llosa en el Instituto Cervantes.
Pero no había cola para entrar y a las
siete y media empezó el cotarro, mientras en Lavapiés un grupo de nostálgicos
escuchaban fados celebrando, a su manera y con su saudade, el 25 de Abril. El
título del libro de Vargas Llosa y su contenido lo dicen todo.¡ Esta cultura es una cultura de espectáculo.
Así nos va ¡
Aquí estoy, amarrado al vicio de escribir. Es el pensamiento el territorio más libre que se nos ha dado....." A la cárcel iré, a dormir será si quiero" dijo Sancho al Quijote. Nada más sagrado que la libertad. Lo decía Pessoa: "No el placer, no el poder, no la gloria. la libertad, solo la libertad". Y aquí encontré un muro más en donde seguir dibujando mis pensamientos, amarrado al vicio, que ya es velero, de libertad. Gracias por la visita.
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