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lunes, 16 de enero de 2012

NO SOLO AL YERNO, MAJESTAD, TAMBIEN A LA NOBLEZA


Varias veces he intentado acercarme al Palacio de Liria, la casa de la Duquesa de Alba en Madrid, en la calle Princesa, en el entonces llamado Barrio de los Afligidos. Imposible. Abren pocas horas, se limitan las entradas, cuando no es por una cosa es por otra y hay que escribirle hasta al mismisimo Rey si quieres entrar. Era el lugar preferido de Jesús Aguirre, que aquí se refugiaba mientras Cayetana bailaba en el Rocio. El Estado, que tanto ha gastado en su reconstrucción por aquello de que los “rojos” lo expoliaron, les obligo a abrirlo, pero claro, no les dijo cuanto tiempo y por cuantas horas. El que hace la ley hace la trampa y el edificio que trazó Ventura de la Vega y que guarda una de las mejores pinacotecas privadas, resulta que hay que echar una instancia para verlo. Pero al niño, al sucesor, al que desprecia el genio andaluz, se le ocurre aliarse con un colega y participar en una empresa que se encargará de alquilarlo para fiestas privadas. Estos señoritos de tomo y lomo no tienen arreglo. Son siempre igual. ¡ Hay que desamortizarlos ¡ No han dado en su vida un palo al agua y ahora se ríen de todos. Ya saben lo que hay. Cuanta más crisis, más dispendio de los ricos que ahora podrán disfrutar de esta residencia de la nobleza absentista. ¡ Dejen, señores indignados de molestar a los sufridos ciudadanos queriendo ocupar el Metro de Callao y métanse de una vez en ese Palacio ¡ pero, por favor, muestren al pueblo las bellezas que alberga…Ahora para verlas, habrá que organizar una de esas fiestas que el nuevo pijoterio madrileño se ha inventado para seguir brindando con diamantes, contemplando cuadros de Goya, Velazque o Ribera. La Duquesa sonrie. Bastante tiene con su Alfonso y su Palacio sevillano. Tambien el Rey debiera poner coto a estos nobles, no solo a los yernos.

2 comentarios:

  1. Es impresentable que un edificio que se ha rehabilitado con dinero público (y no precisamente poco), tenga restringida la entrada. Señores, si queremos el mana que brota del Estado (en forma de subvenciones para mantenimiento y rehabilitación) no podemos eximir el carácter privado del inmueble. O es privado para todo, con lo cual tú te pagas su mantenimiento y su rehabilitación o si quieres la ayuda pública es cambio de permitir la libre entrada (con restricciones de horarios y días y estancias) pero libre entrada.

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  2. No se puede estar mas de acuerdo con Ud. Saludos y un abrazo enorme de una amiga que lo recuerda con gran cariño y de toda la familia tambien. Recuerdos de Esther (Campillo de Arenas)

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