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martes, 14 de enero de 2014

"La Oración en el Huerto del Greco", en Andújar.


En 1606 el Presidente de la Chancillería de Granada, Antonio Sirvente de Cárdenas escribe al Alcalde Mayor de la ciudad de Andújar, en Jaén, pidiéndole que, habiendo obtenido el Patronato de dicha Capilla en octubre de 1605, desea instalar el Santísimo y hacerse cargo de ella. No se demoró la obra, terminada antes de él morir él, en 1627. Un año antes, en 1606, ya estaban hechas las pinturas de la bóveda firmadas por Blas de Ledesma. Más tarde Sebastián Solís hizo el retablo Mayor, que no es el que hoy se contempla, y que fue incendiado al comienzo de la guerra. Romero de Torres, en la segunda década del siglo pasado, hizo un inventario, en el que nos habla  de buenas pinturas con poca luz. Cita la existencia de una Adoración de los Magos y otra de los Pastores, dos medallones del Señor de la Columna, Un Ecce Homo, una Samaritana, Jesucristo ante Caifás, un Enclavamiento y La Oración en el Huerto del Greco, la pieza más importante que se encuentra en este templo y que hoy se puede ver en la Capilla de San Ildefonso, en donde estaba, antes de la Guerra el grupo escultórico del Santo Entierro.

El cuadro estaba, como hemos dicho, en el retablo del Altar Mayor, en la Capilla Mayor. Por viejas fotografías nos ha llegado la belleza de este retablo así como el lugar que ocupaba en el mismo este cuadro junto a otros de los que nos habla Romero de Torres en su “Catálogo monumental” y que estaba situado en el segundo piso en la calle de la epístola y que, según todo parece indicar, fue pintada para este retablo desaparecido en 1936 salvándose solamente este cuadro del Greco por estar restaurándose por Jerónimo Seisdedos él los laboratorios del madrileño Museo del Pardo, razón por la que se salvó del incendio. 

Trasladado con el resto de obras de la Pinacoteca Nacional, volvió tras la Guerra Civil. El cuadro de Andujar fue ignorado por los historiadores del arte hasta 1914 cuando lo encontró D. José Feliu, canónigo Magistral de Zaragoza que se encontraba a la sazón en Andujar para predicar. Según Serrano, el primero en publicar el cuadro, la tela no estaba tensada sino sobre una tabla y estaba atrapada del ángulo superior derecho.

Veamos algo del cuadro....

El cuadro representa el momento de la Oración en el Huerto. Es un óleo en tela de 169x112 cm. Y está firmado con caracteres griegos cursivos en el ángulo bajo derecha bajo una piedra en donde dice “ Domenikos theotokopoulos e poiei”. Inscripción posterior sobre la firma: DEL GRIEGO DE TOLEDO.. Es uno de los trece ejemplares que pintó el cretense sobre este tema. El profesor Pita Andrade en una conferencia pronunciada en este mismo lugar el 30 de noviembre de 1984 fijó una fecha de finales del siglo XVI encabezando los cuadros con la misma temática. La versión de Andujar es, indudablemente, la de mayor calidad de las obras conocidas con este tema. Wethey ha puesto de manifiesto el rico y fresco colorido denso en esfumaturas y vibraciones. Es particularmente bella la figura del ángel el cuyo rostro se refleja, más abajo, como si fuera un eco, en el de san Juan. Se trata de la versión original de esta topología de las que se han conservado otros cuadrados considerados apócrifos en el Szpmüvezeti de Budapest, en la Catedral de Cuenca o en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires Otra versión que parece estuvo en la Capilla del Palacio de Medinacelli parece se destruyó en el bombardeo aéreo de Londres durante la segunda Guerra Mundial Veamos la descripción que hace de la obra él catalogo de la Exposición que con el nombre “Del Greco a Picasso” se realizó entre el 10 de octubre de 1987 hasta el 3 de enero de 1988 en el Museo del Petit Palais de París. Recientemente la obra ha estado también expuesta en la exposición itinerante que con el nombre “El Greco: Identidad y Transformación “ se llevó a cabo en el Museo  Thyssen-Bornemisza (Madrid Febrero-Mayo de 1999; Palacio de Exposiciones de Roma (Julio-Septiembre de 1999 y en la Pinacoteca Nacional del Museo Alexandre Soutzon de Atenas hasta enero del año 2000. En el catalogo editado el encargado del comentario es Álvarez Lopera quien en la primera de estas exposiciones decía: “El Greco trata este tema en dos series de tablas diferentes en cuanto a formato y composición. El tipo más antiguo, cuyo mejor ejemplo es el que se encuentra en el Museo de Arte de Toledo (Ohio) apareció hacia 1595 y su forma es horizontal. Siguiendo su costumbre, el Greco no adoptó su repr4esnetacion a los textos evangélicos sipópticos, sino que fusiona elementos de las versiones de Mateo y Marcos con la de Lucas. Siguiendo a este ultimo representa a Cristo de rodillas y no postrado como lo describen los otros evangelistas; rezando angustiosamente mientras que un ángel que lleva una copa se le aparece para reconfortarlo. Esta copia que simboliza la pasión evoca las palabras de Cristo recogidas en Mt. 26, 42. Mientras tanto, los discípulos que lo han acompañado, San Pedro y los dos hijos del Zebedeo, duermen; y a lo lejos, guiados por Judas se aproximan los soldados que viene a prenderlo.

El Greco, que trata de ordinario las escenas de la pasión en un  espíritu profundamente espiritual, eliminando lo más posible, elementos que puedan traducir la angustia física, resuelve la escena patética de forma espiritual. Como fuente de inspiración disponía de numerosos ejemplos en la pintura desde Carpaccio hasta Bassano pasando por Tizziano y Tintoretto; pero aunque la influencia de esto es evidente, el Greco crea aquí una composición personal en la que el sentido manierista del espacio y del colorido se confunden con ciertos recuerdos bizantinos para producir una atmósfera de irrealidad mas cerca de la visión que de la experiencia sensible. Esto es verdadero de forma más clara en el cuadro de Toledo que puede situarse hacia 1595 y que es el mas acabado de la serie de tablas horizontales. En esta versión quizás más inspirada en la de Tizziano que se encuentra en el Escorial, Cristo esta arrodillado en un paisaje extrañamente ávido y abrupto tendiendo de fondo una roca que amplifica la silueta. El ángel se sitúa a un nivel superior, mientras que los tres discípulos que según Luzcas. Quedaron a distancia como de un tiro de piedra, es metido sen una  cavidad formada por la nube sobre la que se apoya el ángel. Esta cavidad así como la roca que parece proteger a Cristo son dos elementos de traza bizantina; sien embargo estas reminiscencias se mezclan con una tendencia a la idealización y posee formas d espíritu netamente manierista.

Esta oración den el huerto ilustra la segunda versión de este tema realizado por el Greco. Debió de ser pintada entre 1605 y 16010, en una etapa más tardía. En esta versión el Greco utiliza la forma vertical que le impone cambios sensibles en la composición manteniéndola dividida en dos registros. En el primer plano los apostolotes. San Juan con una túnica azul y un manto rojo anaranjado, Santiago el Mayor con una túnica amarilla y San Pedro con túnica azul y un manto amarillo, duermen profundamente al abrigo de una roca y de ramos de olivo; tras ellos aparecen Cristo y el ángel en actitud similar a la tabla de Ohio, pero se mantienen al mismo nivel y el ángel tiene una actitud mas reverencias; por otra parte el paisaje es menos abrupto y con vegetación m, as abundante y la roca de la versión anterior son sustituidos por un olivo. El grupo de soldados, con Jerusalén al fondo, ocupa la misma posición. Parecen más cercanos pero sus formas son menos discernibles. En conjunto el tratamiento espacial de esta composición en más natural. Mientras tanto la división y el aspecto de la luz continua han dado a la escena una apariencia espectacular. Es posible, como ha sugerido Abad Ríos que la fuente ha sido, aparte de las formas, la de Carpaccio que se encuentre en la Academia d Venecia.



                    

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