Así de claro hablaba, Alejo Carpentier, el escritor y autor de esa bella simbiosis
entre Literatura y Periodismo, “El Siglo de las Luces”: “Si de algo me jacto,
es de haber practicado todas las disciplinas del hermoso oficio de
periodista. Yo he sido corrector de pruebas, traductor de cables, emplanador
editorialista, columnista, reportero, asistente de reportero gráfico, jefe de
redacción, director a ratos. Yo he hecho todas las disciplinas del periodismo.
Las he ejercido y con igual alegría en cualquiera de sus sectores”
Ni es bizantina la
cuestión, ni una absurda discusión sobre si “ son gagos o podencos”. Es bueno
que el debate continúe para ir viendo,, si es que las hay, las fronteras entre
Periodismo y Literatura.La Universidad San Jorge de Aragón creó un Grupo de Investigación al efecto. Además, con la irrupción de mundo digital en la
información, el tema se agudiza y el debate debe continuar a favor de ambos.
(Cada vez son más los lectores que, dejando de lado las noticias, acuden a las
columnas de opinión o a las páginas de cultura o suplementos de libros. Vendría
bien releer “El escriba sentado” (Random House, 2001), de Vázquez Montalbán. Nunca
fueron ajenos, ni se dieron la espalda Literatura y Periodismo; y en España, menos.
Es algo que no necesitamos en su momento exportar de los americanos; ya lo
teníamos antes de Capote, Wolfe o Mailer. En España, ya desde el XIX y hasta
ahora, han ido muy juntos, amarraditos los dos. Los dos usan la palabra,
aunque de forma distinta; los dos la respetan y veneran. “La palabra es el
índice del pensamiento”, decía Séneca.
No sabemos qué hubiera pasado si en 1975, MiguelDelibes hubiera aceptado la oferta de dirigir El País, oferta reiterada en
varias visitas a Valladolid de José Ortega Sportono y que el escritor
castellano declinó, más por su estado de ánimo, pues unos meses antes había
muerto su esposa, que por otra cosa, aunque luego dijo haberse alegrado. Y eso
que hasta le ofrecían un coto de caca en Madrid. Pero Delibes, que durante
treinta años se había dedicado al periodismo por las noches y a la literatura
por las mañanas, prefirió seguir en su rincón pucelano. Es un ejemplo claro de la
relación ente periodismo y literatura, “Cuando no tienes la prisa del
periodismo, y das con la palabra, produce un gran placer. Ya he dicho que me
parece que la literatura es el periodismo sin el agobio del cierre”.
En España nunca faltó la polémica y la diatriba
sobre el tema. Algo comenzó a aclararse cuando a Mariano de Cavia lo aceptaron como miembro de
la Real Academia el 24 de febrero de 1916 con la letra “A”, aunque no llegara a ingresar debido a su estado de salud.
Pero ahí quedan periodistas ya envueltos en la literatura: Pérez Reverte, Manuel
Vicent, Maruja Torres, Ángeles Caso Raúl del Pozo…o esos casos paradigmáticos
de Hemingway y Garía Márquez. Interesante al respecto lo que escribió Juan Cruz. Y al revés,, escritores, metidos en los
periódicos: Cela, Muñoz Molina, Almudena Grandes, Sánchez Ferlosio, Vargas
Llosa y ese perfil, mezcla de ambos, Paco Umbral.
Queda el debate abierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario