Vistas de página en total

domingo, 29 de abril de 2012

Crece la ultra derecha cuando llegan las vacas flacas.



Hay mucho miedo a que Marine Le Pen sea el árbitro de las elecciones francesas del próximo domingo. El rearme de la ultra derecha en Europa está servido. Es la cómoda reacción de quienes empiezan a creer en la bota y el uniforme como solución a los problemas. Leyendo estos días “El tiempo de los regalos” del viajero inglés Patrick Leigh Fermor, podemos aprender la lección. Se extrañaba él, cómo en la Alemania de los primeros años treinta,  jóvenes con camisas pardas se paseaban por las calles de Munich y de Berlin con una alegría excéntrica. Creía que aquello era una farsa carnavalesca. Animaban a salir de la depresión y de la crisis con medidas populistas. En España la Falange no era otra cosa que una versión en azul oscuro y boina roja.  Aquella derecha extrema decía traer en el bolsillo las soluciones a l crisis que asoló a Europa tras la debacle de Wall Street. Acecha la derecha en Grecia, no descansa la italiana, que se está reorganizando y en España no hay atisbos pero da miedo el grito de guerra de una prensa ultra derechista, como es el Grupo Intereconomía, del que llegan buenas noticias: su disolución en septiembre, aunque malos augurios. Dicen que andan negociando con la COPE para hacer un grupo fuerte. Malo, malo…El Debate no fue un dechado de pacificación en aquellos años treinta. Los editoriales eran sangre pura. Miedo. Hace falta una llamada a la sensatez

miércoles, 25 de abril de 2012

“Wir sind die Besten ¡” gritaban los bávaros esta tarde en el centro de Madrid.


Un nuevo salvajismo protegido, promocionado por colectivos deportivos que adeudan a la Hacienda pública cantidades desorbitadas, corre por las calles y avenidas madrileñas esta tarde. Si no pagas te embargan la casa, pero si los clubes no pagan, les hacen la vista gorda. No hay indignación que valga para esta cultura de la agresividad y de la violencia. Madrid es hoy una caja de grillos, un escenario de la  banalidad del deporte- rey.  Mientras gritan, no piensan. La Puerta del Sol, tomada por la policía, porra en mano, acorralando a los beodos bávaros que con cervezas en la mano y con gigantescas melopeas deambulaban dando vueltas por el oso y el madroño, preparando el alarido de guerra. No, no es esta cerveza nuestra como su cerveza alemana. Esta carga más. Muchos más. Lo decía Hemingway al quien le costaba encontrar cerveza alemana para no emborracharse y tenía que ir cada tarde a la Cervecería Alemana de la Plaza de Santa Ana. Dormirán al sol la borrachera. Insultantes, desvergonzados, escupiendo por su boca, se sentían los dueños del cotarro. wir sind die Besten .Qué recuerdos históricos se devanan cuando se escucha a un bávaro decir que son los mejores. Sí, los mejores. Bávaros que en vuelos especiales, baratos,  llegaron a Barajas , dormirán en las calles y mañana temprano volarán hasta el Franz Josef Straus de Muchich.  Días de fútbol. Han puesto a los toros en cuarentena. Tardes de toros ya fenecieron y las Ventas quedaron de caseta del pobre frente a la omnipotencia del Bernabeu. Hoy Madrid, como tantas otras tardes de fútbol, se olvida de los indignados que amenazan con volver a Sol, de la crisis cacareada, Se olvidan de de las cacerías del rey y de la subida del precio del metro que hará Esperanza Aguirre. Preparándose para el largo puente que arranca el sábado hasta el miércoles, Madrid era esta tarde una fiesta de gritos y absurdas emociones porque el fútbol ha dejado de ser fútbol y se ha convertido en el fetiche que sirve de excusa para cualquier tropelía, para exacerbar las pasiones, para echar por la boca la adrenalina oculta. .   No eran los indignados, sino los indignantes. Gritar contra Alemania y su poder económico, como hacía un grupo de españolitos en Preciados, no es de recibo. Se confunde la magnesia con la gimnasia y se desatan las pasiones. Todos quieren ser los mejores. Todos gritan:”  Wir sind die Besten”. No, no es de recibo, pero todo se ha puesto a su servicio. Cuando hay fútbol, todo se paraliza. ¡ Hasta un acto que había en la Casa del Libro con motivo de las fiestas librescas , ha tenido que ser suspendido. Espero que no se haya suspendido la presentación del libro de Vargas Llosa en el Instituto Cervantes. Pero  no había cola para entrar y a las siete y media empezó el cotarro, mientras en Lavapiés un grupo de nostálgicos escuchaban fados celebrando, a su manera y con su saudade, el 25 de Abril. El título del libro de Vargas Llosa y su contenido lo dicen todo.¡  Esta cultura es una cultura de espectáculo. Así nos va ¡

Con Peixoto en este día portugués....

Leer a José Luis Peixoto, ese joven escritor luso con buenas perspectivas de futuro, ya consagrado en Portugal, es una delicia. Hoy ha de ser recordado, en este día grande para Portugal. La cadencia de su prosa, la adjetivación, las frases cortas y esa puntuación que te lleva en volandas, son una muestra de su maestría. En su brazo lleva tatuado el territorio mítico de Faulkner. En su prosa se respira la tierra húmeda que riega el Tajo, las huertas de los campos extremeños, el olor a las cocinas de las casas del Barrio Alto o la Alfama. Entra, pluma en mano, en los sentimientos más íntimo y convive con ellos y los hace gritar, reir y soñar. No es hombre de pasear por la calle de los Plateros o el Rossio, en esa cruadrícula de Pombal, como es La Baixa, sino de meterse en los recodos del Chiado. Al leerlo parece como si escucharas en lamento de las plañideras en un dia de luto o la fiesta d elos adolescentes en los campos de Mafra. . Con motivo de una visita a Madrid, tomamos un café. le devolví el que tomé un día con él la Brasileira, en el Chiado, junto a la estatua de Pessoa. Le gusta, cuando viene a Madrid, perderse por Malasaña. Me firmó su última novela “Livro”, una delicia y le agradecía el “Te me moriste...” y otros de sus exquisitos relatos...No hay que perder de vista a este escritor que huye de los paraninfos y se refugia en el campo portugués. Saramago ha vuelto en su prosa...aunque con una garra más actual.

lunes, 23 de abril de 2012

Así he vivido el DÍA DEL LIBRO y estos tres libros me he comprado hoy para celebrarlo





He bajado a Gran Vía en este Día del Libro. Tenderetes de libros por doquier. He seguido por Preciados, colas de gente esperando firmas de autores mediáticos, actores de series televisivas o radiofónicas y alguna que otra escritora de best-seller de pseudo novela  histórica. He llegado a Sol y allí, más colas, más gente, junto al Corte Inglés que ha sacado a la calle sus tenderetes. Ya en el Círculo de Bellas Arte ( ¡ Ay, ay, el Círculo, cuántos recuerdos ¡ ) , mientras seguía la lectura continuada del Quijote, más gente, pero allí se me ha calmado el dolor que he sentido viendo colas de gente sin saber que tenían entre manos. En la librería dos estampas me han conmovido. Una de una anciana  que miraba los lomos de los libros y después de mucho tiempo, con dificultades para leer, me pregunta si el libro que tenía era bueno para regalárselo a su nieto. “¡Sí, señora. Es maravilloso! “, le dije. No se arrepentirá“. Tenía en sus manos nada más y nada menos que “Corazón”, de Edmundo de Amicis. Lo compraba por la ilustración ( ¡ Qué malas son algunas de las que hay y qué buenas algunas de las que pudiera haber y no les abren paso ¡ ). La otra estampa era una joven con pearcing en el labio, con trenzas, de las que te puedes imaginar en un concierto de música electrónica. Llevaba bajo el brazo e iba leyendo mientras esperaba la cola “Las partículas elementales” de Houellebecq ...¡ ¡ Maravilla ¡. Me he venido contento…aún hay quien sabe elegir…y no se queda en la horrorosa moda. Me he acordado de Machado: “ (…) mas no amo los afeites de la actual cosmética,/ ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar. /Desdeño las romanzas de los tenores huecos/ y el coro de los grillos que cantan a la luna./ A distinguir me paro las voces de los ecos,/ y escucho solamente, entre las voces, una”

Y os digo lo que yo me he comprado…

1.     De mi admirado y querido Heinrich Böll:  “ El tren llegó puntual “ ( RBA). Esta editorial, cada vez más fajada en lo bueno, se ha empeñado en sacar a esta perla alemana tan olvidada.

2.     De Frida Kahlo, la nueva biografía, preciosamente escrita por Gérard de Cortanze, el biógrafo de Auster, Semprún y Saura. Un académico de la Lengua Francesa en Bélgica. Indispensable esta biografía pro su estilo conciso y bello.

3.     Y “ Las venas abiertas de América Latina” , de Eduardo Galeano. Böll decía que en los últimos años había leído pocas cosas que le hubieran conmovido tanto como este libro. Y coincide con lo que me dijo un amigo sobre este libro: “Lo pasé fatal leyéndolo. Me encantó, pero fue una tortura…Blíndate las tripas”. Pero es que a este amigo la tortura es excelente…Os diré cuando lo lea…

Este ha sido mi Día del Libro….Y no está mal…

Sobre el 23 de Abril y su falsedades legendarias

Dicen los entendidos que Cervantes murió el 22 de Abril de 1616, pero el imaginario colectivo dice que el 23. Otros dicen que William Shakespeare nació el 26 de abril de 1564 y e imaginario colectivo dice que el 23 de abril y hay quienes dicen que Vladimir Nabokov nació el 23 de abril de 1899, aunque él mismo en “Habla memoria” cuenta el jaleo de fechas, pero debió de ser el 22. Al final, al parecer, ninguno de los tres grandes escritores nació el día 23, pero nosotros seguimos leyendo el “Quijote” ese día, disfrutando con “Otelo” y sin dejar de leer Lolita en cualquier momento y día del año.¡ Todo el año debía de ser tal día como hoy, 23 de Abril ¡

miércoles, 18 de abril de 2012

¡ El integrismo cabalga de nuevo con su caballeria Rusticana!


Cuando más llueve, más aprieta. Una caterva de fanáticos se ha instalado en los aledaños del poder y lanza plomo en sus declaraciones, echando leña al fuego y avivando la hoguera. El fanatismo es la incapacidad de concebir alternativa a cualquier proposición. Hay fanáticos entre algunos hijos de Aitor, que nunca conocieron el derecho romano en las montañas en donde crecieron como euskaldunes, y hay quienes, entre las pobres riberas del Llobregat, se creen con el derecho a juzgar el sudor y la pobreza de sus compatriotas del sur desde su habitación del Hotel Palace; como hay frescos y espabilados en las marismas del Guadalquivir que roban el dinero de sus parados o en cualquier ría de la Baixa Galicia o gasolinera, que tienen que aguantar más siglos de ostracismo. Hay fanáticos que se creen hijos de la bragueta de Don Pelayo en la cornisa cantábrica y herederos del Cid en la estepa castellana, testaferros de españolismo. Los hay en todos los rincones, y azuzar el fanatismo es cosa seria, peligrosa y hasta delictiva, llegado el caso.

“La verdadera libertad consiste en ser capaces de imaginarse al enemigo. No es libre el que piensa que todas las opiniones son igualmente verdaderas o falsas, sino el que ve los errores con la misma claridad que la verdad. En los últimos días estamos asistiendo a una pasarela de fanatismo que da grima”. Chesterton, una de las víctimas más elocuentes del fanatismo británico, escribió sobre ello en el Daily News, texto que conviene releer, porque con fanáticos de esta calaña no se puede construir nada.

Anda la gente preocupada por sus zarandeadas economías, por la subida del paro; con la tensión a flor de piel, la adrenalina a tope, la tensión supurando y, mientras, algunos políticos agitando el bote, a sabiendas de que el corcho no debe destaparse porque todo será espuma que salte a la cara.Y en estas estamos cuando agarran el lenguaje y zarandean con él a diestro y siniestro con ofensasa los ya de por sí castigados ciudadanos.

Teme el españolito medio que haya un giro más en la tuerca, que el telediario de las tres no traiga más noticias de muertes y lamentos; que alguien sonría, que deje de tocar el claxon en el atasco, que haya un simple buenos días, que no le toquen las narices. Y en estas estamos cuando agarran el lenguaje y zarandean con él a diestro y siniestro con ofensas a los ya de por sí castigados ciudadanos. No. No está el horno para bollos

No. No es este país, hoy, un dechado de tolerancia. Se está convirtiendo en un gallinero en el que competir diciendo barbaridades se convierte en deporte vespertino. A quienes les corresponde un ejercicio de serenidad no se les debería permitir abusar de intolerancia con frases ofensivas, estereotipos de una vieja España que ya parecía desterrada.

El otro día me lo comentaba un joven de poco más de veinte años, estudiante él en un campus universitario madrileño. Inquisitivo, que no inquisidor, buen hijo de su padre, me preguntaba muy preocupado si es normal que los jóvenes estén tan enfrentados y sean tan intolerantes y fanáticos. Andaba preocupado por la marea roja y azul que destilan las palabras intolerantes de algunos de sus compañeros, acostumbrados a verlo todo blanco o negro, con un fanatismo que da miedo. Esto lo dicen jóvenes que solo conocieron el fanatismo del campo de fútbol y que ya empiezan a sentir el fanatismo en la sangre.

Y también en la Iglesia. A la Iglesia le corresponde ahora atemperar ánimos y no desesperar más. Es tiempo de callar y alentar. Es tiempo de misericordia entrañable. Es tiempo del Buen Samaritano. Hay que dejar las bofetadas fanáticas. El mejor servicio que hoy puede, en España, hacer la Iglesia es el servicio de la acogida y la mansedumbre en sus palabras y gestos. También así se predica la verdad, porque la verdad es sencilla y silenciosa, y cuando se reviste de fanatismo, pierde su esencia.

Mucho tendrán que velar por sus palabras los sacerdotes en los púlpitos, los obispos en sus cartas pastorales, los confesores en el sacramento del perdón. De la Iglesia se espera hoy una palabra que redima y que dignifique; no palabras de condena que hundan más en el barro. Mucho habrá que cuidar el lenguaje, usando más palabras de misericordia que de condena. No hay que desesperar a la gente. Hay que ofrecerles otra cosa.

El fanatismo vivido en casa hace estragos porque quiere domeñar insultando y quiere apropiarse del Evangelio. Es un fanatismo más feroz que el político. Si la Iglesia no hace hoy este ejercicio de serenidad, estará faltando a su genuina misión de curar las heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza. Labor samaritana.

¡ Leed, leed para huir de los talibanes que acosan !


Hay una foto del fotógrafo húngaro André Kertész en la que aparece una viejecita en la cama, con la cofia puesta, el semblante absorto y un libro en la mano. La instantánea está tomada en el asilo de Beaune, en Francia, en 1929. Es una mujer asilada, sin nadie en el mundo, pobre, sola, cercana a la muerte, protegida por el hechizo de la lectura.
Realmente sublime y conmovedora la instantánea. Como la imagen que un día contempló Günter Grass de un niño leyendo en el suelo, absorto y ensimismado. “¡Pocas cosas hay tan bellas como un niño leyendo!”, exclamó. Y es que los libros son talismanes, antídoto para el dolor, calmante para la desesperación, aliados en la soledad, excitante contra el aburrimiento. Hay quienes no pueden vivir sin los libros y, cuando les faltan, crece en ellos un terrible desasosiego. Conozco gente a la que la lectura le ha salvado de la soledad más terrible, del desprecio y del abandono, y conozco gente a la que la lectura les serena y amansa.

domingo, 15 de abril de 2012

El exilio en la isla de la ficción.


Hay exilios y hay islas para exiliarse. Una cosa es la deportación y otra el exilio. Klaus Mann prefirió el exilio antes que la deportación por parte de los nazis. ¡ Qué bello es “El volcán”, su obra maestra para entender el exilio ¡ . Hay una isla en donde cada vez es más apetecible el exilio: la literatura, la ficción, o la música, ¿ por qué no ¿ En esos territorios d ela ficción el hombre es libre, madura por dentro, abre sus ventanas, se alivia con el aire fresco. Se aleja de la retro alimentación. Hay que hacer el ejercicio saludable de alejarse, de no quedarse en la pitanza de la playa y volar alto, muy alto…Solo en las islas es posible el exilio. Os invito a pensar en ello. Alejados de absurdas cacerías monárquicas, de la suciedad de los políticos que te compran con votos engañosos y satisfacen solo a los que tienen el poder, de la estulticia de muchos eclesiásticos que quieren domeñar a los de adentro porque han perdido poder con los de afuera que no se dejan domeñar; alejados del periodismo en guerra, parte del problema que tenemos, de los banqueros que se quedan con tus ahorros…Una isla…..hay que buscar una isla. En la buena literatura te puedes tumbar plácidamente y contemplar el cielo y el mar infinito.¡ Que se queden ellos con sus anatemas, sus falacias, sus mundos carcelarios y sus aires viciados…!.¡ asco ¡

viernes, 13 de abril de 2012

OS PROPONGO DOS HORAS DE PLACER.Doctor Glas....un libro para este sábado....Su oficio era ayudar a los demás, pero no sabia cómo ayudarse a si mismo.


Hjalmar Söderberg escribió su Doctor Glas y lo tradujo Gabriel Ferrater en 1963. Ediciones Alfabia, esa casa editorial tan necesaria afincada en Barcelona lo publicó con el informe de Ferrater como prólogo…Tomas el libro y no lo cierras hasta acabarlo…. Susan Sonntag decía de este libro: “Imaginen el clásico drama decimo¬nónico protagonizado por un viejo tiránico, su hija o su joven espo¬sa desventurada y el canalla que la pretende, como ocurre en Eugenia Grandet de Balzac o Washington Squa¬re de Henry James, pero invocado esta vez por una sensibilidad similar a la de un Strindberg o un Ingmar Bergman y empezarán a hacerse una idea de la fuerza y el candor de esta punzante obra maestra de la literatu¬ra del norte de Europa”.

CIEN AÑOS DE DOISNEAU. La Leyenda del Beso


Hace hoy cien años que moría en París ROBERT DOISNEAU. Primavera parisina. Es París uno de esos lugares en donde más y mejor se calma el dolor profundo que causa la primavera. Toda belleza lleva un germen de dolor. Empezó a trabaja en 1931 y realizó su última fotografía el 25 de septiembre de 1993. Una larga trayectoria. Murió en 1994. Miembro activo de la Resistencia francesa, sus fotografías son muy prácticas para entender la liberación de París. ”Mi foto es el mundo, tal y como yo deseo que sea”, decía. Amigo de Sartre, Camus, Cocteau, Picasso, trató a Hemingway (Paris es una fiesta). La alegría de París tiene muchas facetas. Una de ellas la expresa en su serie de “Besos”. El más famoso, el de dos jóvenes en las puertas del ayuntamiento de París. Es como si Cortázar hubiera tenido delante esta fotografía antes de describir el beso de “Rayuela” , en donde se puede encontrar una de las mejores definiciones del beso.
Muchos pensaron que era una fotografía espontánea que el autor había tomado en las calles parisinas. Es un beso que simbolizó una multitud de cosas: el amor, París como ciudad romántica y representó una época de exaltación del sentimiento. También se convirtió en objeto que aportó jugosas ganancias: aún hoy el famoso beso vende cientos de miles de copias anuales.
En 1993 "El Beso" fue llevado a juicio. Una pareja afirmaba haberse reconocido en la imagen y reclamaban su porción del pastel. Por aquel entonces, empezaron a aparecer mujeres y hombres asegurando ser los amantes de la obra y planteando demandas de derecho de imagen, aquella mentira que hacía creer que era una instantánea improvisada no pudo mantenerse. El fotógrafo ganó el juicio al presentar como prueba la serie completa de fotos tomadas en distintos puntos de París con la misma pareja. La había encontrado en un café cerca de la escuela de teatro y les había propuesto posar para la foto. Françoise Bornet, la protagonista real de la foto junto a su novio de entonces, Jacques Carteraud, decidió descubrir su secreto: quería un porcentaje de las ganancias. Otra vez Doisneau ganó en los estrados: pudo comprobar que había pagado el trabajo de Bornet y su compañero. La pareja vendió la copia de su foto que le regaló Doisneau a un coleccionista suizo que pagó por ella 155.000€ en 1992. Más tarde, reconocería el propio autor: "No es una foto fea, pero se nota que es fruto de una puesta en escena, que se besan para mi cámara."