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martes, 26 de marzo de 2013

EN BREVE LLEGA LA LUNA Y BRILLARA TEMBLOROSA EN NUESTRAS AGUAS AGITADAS

Ya está aquí. Mañana miércoles será cuando asome enseñoreada en el techo del cielo. Por eso es la Pascua, porque es la primera luna primavera. Aquí está de nuevo, reverdecida, enervante, rompedora, como el olmo seco de Machado en Soria (quiero anotar en mi cartera / la gracia de tu rama verdecida. /Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera.”. El milagro de la luna en primavera, pasado el otoño y el invierno, cercano ya el verano que se deslizará por septiembre. ¡Cómo pasa el tiempo!
Brillante, lejana y solitaria. Como tú. Así es la luna infinita que quizás se oculte estos días  por nubes caprichosas. (Somos nubes que el viento arrastró, piedras que siempre chocamos, borrachera que nunca acabamos)
Pero la luna sigue su ritmo, su recorrido raudo. Selene. Es masculino en alemán y femenino en castellano. Tiene su parte de hombre y de mujer. Está lejos, muy lejos, pero guarda emoción y belleza esa lejanía. Está radiante, muy radiante y en el brillo de su luz la viste de su belleza convulsa. Y está sola, con noble soledad. Cuando se acerca a la tierra tirita en el agua, abraza en los muros y alumbra en los caminos. Como tú lejano, solo y brillante. Con más belleza aún, como ella, que se asoma de vez en cuando y se va…
Es Pascua. Luna llena de primavera. La luna de la noche se recorta sobre las tinieblas humanas, asume su amargura y su soledad, su angustia, desconsuelo y caos. Y las vuelve bellas con su luz blanca, espesa, entrañable. ¡ La luz de la luna es una luz sagrada ¡ El Sol está dándole su fuerza. Quiero ser luna para que el sol me bañe cada día. Quiero ser luna para derramar mi luz en la angustia y quiero bañarme con su luz, abriendo mis poros a la ternura de su abrazo enorme, grande, infinito.
Y los días serán más largos; y las noches más cortas….y cuando se asome a nuestra alma, temblará su figura en nuestras aguas aquietadas o agitadas, aguas de vida.

domingo, 24 de marzo de 2013

"Vaticano, de corte a parroquia".


Escribió Agustín de Foxá un brillante libro que reflejaba la fotografía de un Madrid de los años treinta del siglo pasado. “Madrid, de Corte a Checa”. Lo escribió en el Novelty de Salamanca, Cuartel General entonces de Franco. Lo escribió en 1937. Este hombre, avezada pluma del falangismo, con ribetes de critica franquista nos mostraba un decorado distinto de Madrid, en el que desaparecían los salones elitistas, las gorras sustituían a los sombreros y el vermut mañanero en el viejo Madrid de los Austrias eran sustituidos por los chatos de vino madrileño de Lavapiés.  Era otra cosa bien distinta aquello. La Corte borbónica estaba en el exilio y una guerra absurda enfrentaba a los españoles. Madrid dejaba de ser Corte. Cada vez era más Checa. Valga el símil, aunque no el contenido de lo que voy a decir.

Viendo estos días el escenario que se ha levantado en los alrededores de san Pedro, en Roma me he acordado de ese texto chispeante de Foxá. Y ahora veo cómo ha pasado el “Vaticano, de Corte a Parroquia”. Y así es…no hay nada más que verlo. Quizás no lo adviertan los profanos en cosas de la liturgia, ni de protocolo. A Roma había vuelto cierto regusto por la corte. A la sencillez innata del viejo profesor Ratzinger, se le había añadido mucho de corte decimonónica, sacralizando la figura, alejándola del pueblo, rodeándola de cierto secretismo. Un paso del papa era todo un rito…y la liturgia, mal entendida por quienes le rodean que no acertaron a entender el auténtico sentido de la obra “El Espíritu de la Liturgia” de Ratzinger, hicieron de la liturgia un protocolo cortesano. No había nada más que verlo. Indumentaria, vasos sagrados. Más un ara que una mesa. La Eucaristía es sacrificio, si, pero también comida. Y ambas cosas hay que conjugarlas con el sentido común para que ayuden a la vivencia del misterio. Ni una ni otra pueden sobreponerse. Han de conjugarse en un sano equilibrio.

Cuando el papa Francisco visitó el pasado sábado a Benedicto XVI, pasaron a la capilla privada. Un crucifijo tapado con un paño morado, como en la vieja liturgia anterior al Vaticano II, un altar en el que celebra la misa diaria, de espaldas. Ara más que mesa. Un sillón preparado para rezar el solo. Pese a la insistencia del anciano Ratzinger, Bergoglio se puso junto a él “como hermanos”. Un escenario cortesano va siendo desplazado por un escenario parroquial.

Lo hemos visto estos días. Se ha acabado el sillón imperial y se ha sustituido por uno más simple. El papa celebra en una parroquia cercana y predica desde el ambón, al entrar en la sacristía apaga las luces del templo y a la salida saluda a todos. .Homilía de pie, menos acólitos cortesanos. Antes había un acolito para el solideo, otro para la mitra, otro para el libro. Servidores del Rey. Eso se ha acabado, y aun queda más por hacer. Liturgia del Vaticano II pura y dura. No es reforma, es vuelta al concilio. Ha vuelto el ambón, como un párroco, la homilía de pie, los gestos fuera del papel. Simplificación a lo esencial. Sombran acólitos, las ofrendas son más ofrendas que un simple besamanos al rey. El nuevo papa va despojando de gestos cortesanos, propios de una corte renacentista. El solio pontificio es más parroquia del mundo que un trono al que hay que acercarse. Sobran ceremorieros, sobran acólitos con humerales al hombro para sostener mitras y libros. Sencillez en la casulla, sin brocados de oro. Sobran estáticos clérigos, pendiente solo de la forma.
Y el papa Francisco ensimismado en el misterio. No hay gestos a la galería.

Y ahora me pregunto qué harán tantos obispos que han cambiado sus presbiterios para alejarse mucho más del clero y del pueblo. Qué harán los muchos cabildos que han sacado del museo casullas, dalmáticas y capas. A los pectorales de muchos obispos se les van a caer muchas piedras preciosas. Me pregunto qué pasará con todos aquellos brocados de muchas casullas que parecían más envoltorios de polvorones navideños. Ha acabado el protocolo de la Corte, cuando ya las cortes están a la deriva y ha empezado el protocolo de la parroquia. Bienvenido sea. No haya nada más que verlo. El papa Bergoglio parece un cura celebrando la misa de doce en su parroquia. Aunque con muchas moscas aun alrededor. 

VERGÜENZA AJENA




Vergüenza ajena. Eso es lo que uno siente viendo a unos delincuentes andaluces llevarse el dinero de los parados y entrar a la cárcel sonrientes, desafiantes. Vergüenza ajena cuando uno ve en las imágenes las calles y plazas de nuestra tierra llenas de jornaleros esperando salir a trabajar y mirando al cielo, mientras esta gentuza se los llevan a manos llenas. Vergüenza ajena cuando uno los recuerda a estos haciendo teorías sobre los sindicatos, llamándote cada mañana para enmendarte informaciones. A uno de ellos lo conozco. A ese tal Lanzas lo entrevisté una vez. Estaba en su pueblo, ese en el que ahora han encontrado euros por un tubo, escondidos, agazapados. Albanchez se llama la localidad de Magina, bella, alta, alejada. Creía que no irían allí.  Pues hasta allí ha llegado la mano de la justicia. Siempre se dijo que en Mágina había tesoros escondidos de tiempos de la dominación musulmana. Ahora ha sido de la dominación socialista. Vergüenza ajena de alguien que ha paseado la cara de Jaén por Sevilla, ha sido rey de la noche sevillana, ha quitado y puesto a muchos sindicalistas, ha sido un cacique autentico. Se ha cargado el sindicalismo de un plumazo!

Vergüenza ajena de una clase política que hablaba de eso en voz baja pero no hacia nada por solucionarlo. Compinches en la Junta. Vergüenza de este compatriota, como del otro, el chofer, el que se ponía hasta el culo de cocaína con el dinero de sus paisanos de las Vegas del Sotillo en Andújar. También lo conocí y también supe de sus muchas ocupaciones y de su desfachatez para no poder ir a los cursos en los que preparábamos los bautismos de sus hijos, Andaba muy ocupado. Y no había conversación progre y casposa en la que no hablara de lo muy rica que era la Iglesia, cuando le demandamos una ayuda para un tejado. Vergüenza de un chofer, de un sindicalista, y de un secretario general, un tal Guerrero que sonríe como cínico ante las cámaras. Y seguirán tirando de la manta….Ojalá ¡ Ese es su secreto denigrante

Estos días me acordé de ellos, en Zaragoza, tomando un café junto a la Seo. Vi a Roldan, aquel director de la Guardia Civil que robó hasta los tricornios. Pasó por la cárcel, escribió libros y ahora se paseo con su perro por Zaragoza, En este país el que la hace la paga con cárcel, pero no devuelve lo que se llegó. Hábiles testaferros. Viendo a Roldan en su cinismo me acorde de estos paisanos.

Como me dio vergüenza ver el otro día salir a Bárcenas, con amplia sonrisa, cínico como el que mas, desafiando a los medios de comunicación. Bércenas y las ramas de la derecha de este país que no se resiste a dejar de mandar. Caciques decimonónicos. Bárcenas, el amo del amo, el que anotaba todo para después chantajear. Bárcenas el vasto pijo del Barrio Salamanca que ha denigrado a gente honrada de su partido, como han hecho estos jaeneros en la Junta en donde, durante la era Zarrias, desembarcaron muchos políticos de Jaén, honrados, buenas gente, que ahora se sonrojan ante este tipo.

Los ladrones no son gente honrada. Están denigrando a la clase política. Hay muchos políticos honestos en este país. Hay muchos sindicalistas honestos, pero estos tíos y lo que esconden, han segado la ilusión de muchos Y eso es mas delito que los muchos euros que se han llevado y que les servirán para el mausoleo en el cementerio, pero la ilusión segada de los jóvenes, nadie podrá recompensarla..