Hay mucho
miedo a que Marine Le Pen sea el árbitro de las elecciones francesas del
próximo domingo. El rearme de la ultra derecha en Europa está servido. Es la cómoda
reacción de quienes empiezan a creer en la bota y el uniforme como solución a
los problemas. Leyendo estos días “El tiempo de los regalos” del viajero inglés
Patrick Leigh Fermor, podemos aprender la lección. Se extrañaba él, cómo en la
Alemania de los primeros años treinta, jóvenes
con camisas pardas se paseaban por las calles de Munich y de Berlin con una
alegría excéntrica. Creía que aquello era una farsa carnavalesca. Animaban a
salir de la depresión y de la crisis con medidas populistas. En España la
Falange no era otra cosa que una versión en azul oscuro y boina roja. Aquella derecha extrema decía traer en el
bolsillo las soluciones a l crisis que asoló a Europa tras la debacle de Wall Street.
Acecha la derecha en Grecia, no descansa la italiana, que se está reorganizando
y en España no hay atisbos pero da miedo el grito de guerra de una prensa ultra
derechista, como es el Grupo Intereconomía, del que llegan buenas noticias: su
disolución en septiembre, aunque malos augurios. Dicen que andan negociando con
la COPE para hacer un grupo fuerte. Malo, malo…El Debate no fue un dechado de
pacificación en aquellos años treinta. Los editoriales eran sangre pura. Miedo.
Hace falta una llamada a la sensatez
Aquí estoy, amarrado al vicio de escribir. Es el pensamiento el territorio más libre que se nos ha dado....." A la cárcel iré, a dormir será si quiero" dijo Sancho al Quijote. Nada más sagrado que la libertad. Lo decía Pessoa: "No el placer, no el poder, no la gloria. la libertad, solo la libertad". Y aquí encontré un muro más en donde seguir dibujando mis pensamientos, amarrado al vicio, que ya es velero, de libertad. Gracias por la visita.
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