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lunes, 17 de septiembre de 2012

La huelga del Metro de Madrid no da en la diana. Es un tiro equivocado


Los dignos y vapuleados trabajadores no pueden ser tratados como ganado en las estaciones de Metro de Madrid por esta huelga irresponsable.

La huelga de Metro hoy en Madrid no deja de ser una irresponsabilidad. Justo cuando la gente empieza a trabajar con la incertidumbre de si trabajará mañana; cuando las familias hacen sus cábalas, después de que les hayan despojado el bolsillo para que a sus hijos no les falte de nada en el colegio; justo cuando nos piden recortes y más recortes. Y mañana, “de oca a oca y tiro porque me toca”; justo cuando seis millones de españoles se sienten heridos y engañados sin trabajo, viene esta huelga absurda.

Había que ver la cara de la gente hoy en el metro, con las paradas llenas, sudando la gota gorda, apretujados en los coches que venían llenos y pasaban casi de largo. Los chorizos aprovechándose de los pobres ancianos. A uno le robaron la cartera y a la otra el móvil. Quienes estaban en el Metro eran trabajadores de las ciudades del cinturón industrial ancianos camino del médico, y llegando tarde a la cita, estudiantes que empezaban, jóvenes sin trabajo y buscándolo y con dificultades para comprarse el bono transporte. Todos estrujando el bono, su única defensa para recorrer la ciudad para necesidades básicas.

Quienes no notaron la huelga son aquellos a los que la paga del mes les da para taxi o coche oficial; los que hace tiempo no saben lo que es el Metro y esa vida subterránea que bulle en los sótanos de la ciudad. Ellos, muchos causantes del problema, se enterarán de la huelga por las noticias. No va con ellos. Es cosa de la chusma trabajadora

El canto de cisne de los sindicatos no puede cebarse con los trabajadores. La huelga es justa, pero no pueden siempre sufrirla los pobres y sencillos trabajadores a los que solo les queda el Metro….Esto ha sido una auténtica barrabasada que solo ha hecho calentar al personal, mas de lo que ya está.

Y mientras los sufridos ciudadanos escuchan el comunicado de los altavoces, ven en la televisión de las paradas la sorpresiva dimisión de Esperanza Aguirre. Indignación. Se va cuando todo esta liado, cuando la madeja esta enroscada. Ha visto el toro y se ha metido en la barrera. La han dejado sola.

Pero a las siete de la mañana el Metro estará de gente trabajadora que seguirá sacando este país adelante. Las protestas tienen que afectar arriba, más arriba. Que no se vayan de rositas los bancos, los políticos, los responsables de esta crisis. ¡ No sigan atormentando a los trabajadores ¡ Imaginación al poder. Algo habrá que hacer.

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