Publicado hoy 7 de mayo de 2014 en DIARIO JAEN
Don Pedro,
no es eso que pide el Papa.
Juan Rubio
No, no es de
recibo que haya patente de corso en los púlpitos de las iglesias. “La palabra
es sangre”, decía Göering. No está el horno para bollos en una sociedad en la
que hay que aportar palabras de serenidad y sosiego y desterrar todo lo que
sirva para avivar el fuego. Y más en quienes como ministros de la Palabra, han
de ser los primeros en hacerlo. La noticia
ha corrió veloz. En este mundo con tejados de cristal, todo se sabe; y más, si
hay un vídeo de por medio. No es invento del periodista, no hay que echar la
culpa al mensajero. El párroco de Canena, en una homilía dominical, en una de
esas celebraciones religioso-sociales, como son las Primeras Comuniones, hizo
saltar las alarmas. Don Pedro dijo lo que dijo. Me llamaban desde México
y Colombia alarmados. Sabían que yo era de Jaén y querían conocer detalles. Leí
la noticia, vi el video y me estremecí.
En el Sínodo de
Obispos dedicado a la Palabra, siendo aún papa Benedicto XVI, se habló mucho de
las homilías, de su contenido y forma. Recuerdo las palabras de uno de los
representantes de España, el actual presidente de la Conferencia Episcopal y
arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez. Entre otras cosas dijo que las
homilías deben ser breves, alentadoras y exentas de opiniones personales. El
actual papa, cada día, en su misa diaria en Santa Marta, es un ejemplo de cómo
han de ser las homilías, exentas de “regañinas” y llenas de aliento y propuestas.
No es el momento
de regañar, sino de curar; y menos usando el terrible drama de la violencia de
género. El silencio y sufrimiento de
muchas mujeres hoy y ayer, ante los malos tratos, no puede valorarse de forma
tan banal. En muchos de pueblos, y este en el que el sacerdote es párroco, las
mujeres sufrieron las vejaciones y palizas de sus maridos, ricos o pobres. Pero
, al parecer, según el sacerdote, eso era “mas evangélico y moral “ que
matarlas. Mientras se les invitaba a callar " cristiana resignación"
. ¡ Ya está bien, don Pedro, por favor ¡ . Golpearlas es matarlas en su
dignidad. Ponerse eso en la boca…No es justo ni decoroso; además de ser
ofensivo.
Flaco favor hace
a la renovación que el Papa Francisco quien hacer en la Iglesia, que salgan
estas homilías "regañonas".
Si algo hay que predicar es la
misericordia y dejarse de esas barbaridades . Mi consejo no es otro que invitar
al sacerdote a pedir disculpas: La mujer no puede seguir siendo la burra de
carga y la diana de los palos de quienes se creen sus propietarios. Si no fuera
por las mujeres, en muchos pueblos, ya habrían tenido que cerrar las iglesias.
Al párroco de Canena le ha jugado una mala pasada la prisa. una mala pasada la
prisa. No es momento de apagar tanta ilusión sembrada por el papa Francisco
para que la Iglesia, como madre, cure las heridas de mucha gentes, de muchas
mujeres laceradas y golpeadas, con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza
y no con el vinagre unas palabras desafortunadas de alguien a quien la prisa y
la vehemencia lo traicionó , llenado de dolor a muchas mujeres que siguen
bebiendo a tragos y en silencio las palizas de sus parejas, esperando que un
día, las tiren por el balcón y las estrellen contra el suelo. No es aquello mas
cristiano que esto . ¡ Una pena que pase esto y que se diga esto en un templo,
recinto de paz y serenidad!