Para G. Siempre para G cuando hablamos de luz.
Pues bien. Cuenta Thomas Bernard en su
libro “Goethe se muere” que el fisósofo de Königsberg,afincado
en Weimar, cuando estaba muriendo, ya en su habitación, pidió dos
cosas. Una que hicieran venir hasta su cama al filosofo Witgenstein.
Quería discutir con él la importancia de la luz de los colores. Los
amigos se lo querían impedir y no lo dejaban entrar en la habitación
para no molestar al filosofo alemán. ( Hay mucha gente que evita que
alguien conozca a alguien que le aporte luz) El insistía, además en
otra cosa, mirando a la ventana por la que entraba una luz cegadora.
Quería que se abrieran los postigos, quería más luz para
comprender, para ver, para poder seguir viviendo. Acertaba a ver el
infinito como una gran luz. Y gritaba “Licht, Mehr Licht”. Me da
igual quienes dicen que es algo apócrifo, pero le pega al filósofo
de la Crítica de la Razón Pura. Y me impresionó mucho esta frase
que me enseñó un gran amigo hace un año. Él suele ir escribiendo
por la paredes ,a lápiz , de forma sencilla, esta frase. Es como un
pequeño mantra que se ha instalado en sus ágiles dedos y en su
cara, una pequeña clave para seguir viviendo el día a día. Los
deseos de luz son siempre los que alientan. Él me ha enseñado a
huir de todo aquello que no aporta luz, es decir “verdad y
conocimiento”. Y ¡ hay tanta gente que se revuelve en la oscuridad
y la tiniebla! Hay que dejarlos aparcados en las cunetas, porque la
luz les molesta.
Hay palabras luminosas y
acontecimientos luminosos. Hay personas luminosas y paisajes
luminosos. Hay gigantes de la luz que sacan por sus ojos con una
mirada atenta, una mirada que hace que todo desaparezca alrededor,
porque esa luz es exquisita. Luminoso es el mar, el cielo y la luna.
Pero también hay luz las sonrisas y en los razonamientos. Po eso hoy
más que nunca quiero levantar vuelo en busca de la luz. Luz es más
amar que ser amado. Es mas derramar amor que recibirlo. Uno es mas
luminoso cuando más luz da. La luz aumenta cuando tienes más ganas
de amar y mengua cuando las ganas son de ser amado. Entonces mengua
esa luz. He descubierto que cuando he amado a alguien he tenido más
luz y cuando he buscado ser más amado, entre en buhardillas oscuras
en las que solo veía piltrafas. Po eso confieso que cada día tengo
más luz, porque cada día tengo unas ganas inmensas de amar, y de
hacerlo incluso de forma brutal
Lo he entendido. Ha hecho falta mucho
dolor para verlo. Algo nuevo ha nacido. Por eso cuando alguien nace
se dice que la madre “ha dado a luz”.
Si, la luz, siempre la luz. En un
cuadro o en una escultura, en una mueca o en una frase precisa. Luz
en el silencio y luz en una vida sin complicaciones...una vida que
todo sea gozar del momento y seguir regalando amor. Imaginaos a
alguien en una plaza, con la cántara de agua llena y dándola gratis
quien quier beber. Porque él ya no está sediento. Lo mismo la luz
y lo mismo el amor.
Por eso he querido gritar, que cuando
se hundan los suelos, se caigan los muros y los techos se vengan
abajo , solo quedará la luz esplendorosa, que nadie puede explicar y
que todos pueden comprender.
“Luz más luz” y seguiremos
buscándola en la soledad infinita. Aunque ella nos acompaña.
Y por eso he hecho cambios por aquí.