He leído “Intemperie”, de Jesús Carrasco de un tirón. Me
resistí a leerla por la fuerte campaña de marketing que había tenido. Y la
verdad es que…..¡ Me asusta ¡ Una tarde,
Jesús Trueba, en la “Buenavida” me preguntó si la había leído. Le pregunté. Le
puse mis reparos publicitarios. Le devolví la pregunta a él, fino y agudo, y me
dijo que bien, que muy bien, que convendría leerla. Y le hice caso. Nunca me ha
decepcionado este genial lector de la saga de los Trueba. Y esta mañana la
empecé. La he acabado hace una hora. Cuatro horas con este escritor pacense que
vive en Sevilla, nacido en 1972. Es su opera prima. Y por eso me da grima. No
sé si, más adelante, podrá escribir algo mejor que esta pieza que te enreda, te
atrapa, te subyuga y te hace no parar. Miedo le tengo a estos escritores que
dejan sus arrestos en su primera novela y después devienen en Bertley. Miedo me
dan que no hagan algo igual después. Pero bueno….veremos….
Lo primero. Jesús
escribe con el cuchillo en los dientes, como dice un buen amigo mío. Y ahí está
escribiendo un relato si más lugar que una Colima, un espacio imaginario, un
desierto, un páramo, una meseta seca como el alma del protagonista. Lugares,
sin nombres y sin tiempos. Y va caminando en el relato con la fuerza de la
palabra. ¡ Qué bien están trabadas, trabajadas y esculpidas! La novela es un
homenaje a la palabra que se mete en el taller y recibe los golpes de la mano del escultor. La
gubia hace que salgan frases sublimes que subrayes, fijes y anotes.
Lo primero, la palabra. En eso hay que saludar a Jesús que
ha sabido esculpir palabras fuertes, con sangre, sublimes de verdad, si
entendemos por este concepto aquello que hace pararte, y entrar en un ámbito en
un espacio realmente asombroso que te supera. Una palabra bien trabajada……bien
estudiada, finamente puesta. ¡ No hay palabras al azar, ni arcaísmos,, como
dicen algunos críticos. Ni mucho menos. Palabras justas en el momento adecuado,
sin dejarse llevar por el sentimentalismo y romanticismo barato.
Y
después la trama…las influencias, el tema….y muchas cosas más…..El niño que
empieza escondido mientras lo buscan y acaba mirando la lluvia en donde “Dios
aflojaba por un rato las tuercas de su tormento”, da la sensación de alguien que ha leído “Dios
llora en la tierra”, de Werenfried van
Straaten, pero también a ,Macharty, a Salinger, a Melville,
Rulfo…..Alguien que se ha deleitado en la prosa de Delibes, pero en la
descripción de la naturaleza, no del alma humana, porque Jesús se mete en el
alma asolada…., alguien que ha recibido muchas aguas tributarias en el rio de
su novela. Si. Esa novela de Carrasco es un gran rio, un camino de iniciación,
una peregrinación que va recibiendo afluentes generosos de tradiciones fuertes…
¿ El tema? Pues qué decir…es un Éxodo de la esclavitud, a
la libertad. Es la travesía de un desierto, es un paso a la vida….La muerte
siempre trae vida…es un casos creador.. Lo importante es el viaje, el camino. “On
de Road “de Kerouac pero sin gente. Un cabrero, símbolo de la verdad, un
alguacil, símbolo del poder que oprime y un niño, alguien con alma de niño,
zarandeado entre el poder de afuera y la fuerza de adentro….
.
Vale
la pena leerlo. No lo voy a destripar
Se
lo aconsejo a quienes gusten de saborear palabras, a quienes no busque
folletines y a quienes la lectura les haga levantar de la silla e ir a tomar
una copa, entre capitulo y capitulo, para ver qué pasa después.
Además la publicación de esta novela por parte de Seix
Barral es un ejemplo de la desastrosa política editorial de este país que tanta
basura vende. Este libro fue ya traducido y publicado en otros países y en
otras lenguas ¡ antes de salir en español ¡ sigue vendiendo…..Ya saben lo que
pasa en esta tierra…letraherida…..